Industria
Equipo Akron
07/07/2017
El fracking abre la oportunidad a proveedores de soluciones químicas para control de contaminantes y tratamiento de agua.Por Victor Lomelí Ángeles
El mercado de las aminas valdrá 19,900 millones de dólares en 2020.
La transformación del sector petrolero abrió oportunidades de negocio en áreas de producción y comercialización de hidrocarburos, pero también en los primeros eslabones de la cadena de valor.“Hay grandes oportunidades con Pemex y los nuevos jugadores”, menciona Larry Ryan, director global de Soluciones de Energía y Agua de Dow Chemical, proveedor global de insumos químicos.Existe oportunidad para los proveedores de soluciones sustentables. “Suministramos materiales que reducen las emisiones de dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno que se generan durante la producción petróleo y gas, o para separar con mayor facilidad el agua durante la extracción del hidrocarburo. Usamos aminas y otros solventes para extraer los contaminantes”, refiere.La agroindustria, los fabricantes de productos de cuidado personal, además del sector petrolero y otros, las usan como inhibidores de corrosión y agentes neutralizantes, entre otros. Según el directivo, Dow tiene en sus manos 20% del mercado mundial de las aminas diseñadas para la producción de petróleo y gas, mientras que en todo el segmento de las aminas, alcanza de 25 a 30 por ciento.El valor de mercado de ambos segmentos valdrá 19,900 millones de dólares (mdd) en 2020, según un reporte de Markets & Markets. En 2016 el mercado cifraba 14,430 mdd, según la consultoría Visiongain.El sector petrolero es de los más estigmatizados por el impacto ambiental de sus operaciones, como el fracking. Recientemente, el gobierno mexicano abrió el camino para licitar campos de fractura hidráulica a fines de 2017.El aprovechamiento racional del agua es el gran tema en campos de shale, reconoce Ryan. “Tratamos de evitar la producción de H2S en los acuíferos y tecnologías para control microbiano en el tratamiento de aguas residuales”.